Y estoy muy feliz

Hola soy Samuel

23 de noviembre de 2006. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Mis papás estaban más asustados que el día en que se casaron. Llegaron un poco antes para tener todo listo. Las fotos que ven son cortesía de Giancarlo, quien por cierto se lució con ellas. También hizo un video que no sólo veremos por una vez, sino por toda la vida, para recordar este día.
En medio del susto fueron apareciendo, una a una, esas mujeres que durante estos meses de espera, fueron las protagonistas de nuestro encuentro feliz: Miriam Consuelo, Adriana y Claudia. Les daban consejitos de última hora y les contaban lo que iba a pasar.
La ilusión no se hacía esperar más. El corazón de mis papás estaba más hinchado que en cualquiera de todos los eventos felices que habían tenido que pasar en sus vidas. Sólo se comparaba el día en que se unieron para –también- pensar en mí.
Al fin, llegué. Venía como todo un príncipe, con una sudadera bellísima, zapatos nuevos y un toque de felicidad que se ocultaba un poco bajo la seriedad propia del momento.
El Niño Dios nos anticipó la Navidad a los tres. Desde ese momento, supimos que nacimos para querernos, para ser una familia, para estar juntos hasta que el Cielo quiera. Por todo eso, ese día, en mi casita había una fiesta. La mesa tenía a Winnie Pooh y mi cuartito ya estaba con muchas cosas llenas de cariño que mis papitos tenían preparadas con su corazón.
Aunque ellos sabían que mi llegada sería algo bello, nunca imaginaron que el alma pudiera sentirse tan bien, cada vez que ahora me río con ellos, me burlo de sus primiparadas de papás principiantes, lloro porque me demoran la comida y hacemos planes pensando en el paso de cada día cuando crezca y deje de ser ese bebé que hoy tiene felices a muchos.
Aquí, algunas foticos de esos momentos alegres que estamos viviendo. El de la sudadera naranja, soy yo: Samuel.

Samuel y “los paparazzis”

Se acerca la tan anhelada fecha. Samuel, Dios mediante, estará con nosotros el día 23 de noviembre a las 10:30. Pero claro, de momento, sólo estarán papá y mamá con él y así, durante los siguientes quince días.
Los tres estaremos departiendo, conociéndonos y para ello, necesitamos tiempos y espacios. Por eso, “los paparazzis”, incluyendo hasta los abuelos y los amigos cercanos, no podrán conocer personalmente al pequeño, sino hasta después de nuestra "cuarentena".
De todas formas, como es lógico, habrá fotos, videos y comunicación por internet, para tenerlos al tanto del máximo evento de 2006: la llegada de Samuel a nuestras vidas.
Hasta entonces.